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Irasema Orona

Irasema Orona

Chihuahua, México

Irasema tiene 42 años, es madre de una persona con autismo, lo que la llevó a conocer el método Montessori y las bondades que tiene para apoyar educativamente a las personas con esta condición.

 

En este camino formó junto con un grupo de mujeres, un proyecto educativo para brindar oportunidades a los niños que no han sido aceptados o no se han adaptado a la educación tradicional ni Montessori, ya que aunque hay varios colegios Montessori en su localidad, no había espacios disponibles para los niños con estas características.

 

“Decidimos certificarnos, para conocer el método y poder ser nosotras mismas la que pudiéramos valorar si este método es apto o no para nuestros hijos.”

 

Así fue como Irasema se sumergió en el mundo Montessori y confirmó los beneficios de esta pedagogía y filosofía educativa.

 

“Los beneficios son enormes, como persona he confirmado la importancia de trabajar y fomentar en el niño el desarrollo de sus habilidades emocionales y de vida práctica, los niños con las características que yo trabajo, suelen ser niños invisibilizados, no solo en la escuela, también en el hogar ya que no se les toma en cuenta para las tareas cotidianas.”

 

Ahora ha aprendido a darle la oportunidad tanto a su hija, como a los niños y niñas que tiene a su responsabilidad, de explorar, crecer y aprender por sí mismos.

 

“Esta filosofía de vida nos acompaña a mí y a mi familia a donde quiera que voy, es imposible solo aplicarla en el aula.”

 

Para Irasema su formación como Guía Montessori le ha implicado un cambio de mentalidad y en su vida.

 

“Me ha hecho crecer no solo como profesional sino como mujer, como madre, como individuo de este país y como un ser humano consciente de todo lo que me rodea y su importancia.”

 

Lo que más le gustó de la certificación fue el trato que recibió de cada una de las guías que participó en su formación.

 

“Me voy con aprendizajes maravillosos de cada una de ellas, Hilde, Joss, Ana Elisa y Sara, definitivamente dejaron una huella profunda en mi vida, además el profesionalismo con el que siempre actuaron en este tiempo tan difícil, en el que todo está cambiando, su dedicación y compromiso con el niño me asombra y digo con el niños porque a fin de cuentas nos formaron con el objetivo y el corazón puesto en todos aquellos niños que llegarán a nosotras. “

 

Ahora Irasema planea seguir formando al equipo académico de su proyecto educativo para niños con autismo y se dedica a enseñar basado en esta maravillosa filosofía.

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